viernes, 20 de enero de 2012

ENURESIS FUNCIONAL ¿Por qué me hago pipí?

La Enuresis es la emisión no voluntaria de orina por el día o por la noche, a una edad en la que se espera que haya control al respecto, es decir, más allá de los 3-4 años.
La Enuresis puede ser:
- primaria: si el niño nunca ha conseguido controlar su pipí.
- secundaria: si, después de un período de control, no consigue volver a él.
- diurna
- nocturna
- mixta: en ambos momentos del día
Hay una serie de factores que pueden predisponer al niño a padecer este trastorno:
- algún problema físico: una vejiga pequeña o de musculatura débil. Es lo primero que habría que averiguar.
- iniciar demasiado tarde el hábito del control del pipí; una vez pasada la edad óptima, alrededor de los 2 años, es más difícil.
- circunstancias críticas emocionalmente (factor psicológico): nacimiento de un nuevo hermanito,...
- factor hereditario: es frecuente que alguien de la familia haya tenido el mismo problema; si es así, es conveniente explicárselo al niño para darle seguridad.
- un ciclo del sueño muy profundo que le impide recibir el aviso de "vejiga llena".
- padecer algún otro trastorno al que la enuresis va asociado.
La maduración nerviosa es condición indispensable para que pueda lograrse dicho control.
Alrededor de los 18 meses, el niño puede anticipar la sensación de pipí y/o decir que está mojado.
Sobre los 2 años, se inicia el control: primero de día, y algo más tarde de noche.
Alrededor de los 4 años debe haberse logrado.
No olvidemos que las edades son orientativas, pues todo depende de la maduración de cada niño.
Aunque suele mejorar espontáneamente con el paso del tiempo, es un tema que no debe ignorarse. El primer paso será determinar la causa del problema o el factor que lo ha podido desencadenar.
Nunca se debe ridiculizar ni castigar a un niño por este hecho, ya que ello al contrario de hacerle reaccionar, le puede provocar importantes problemas emocionales.
En algunos casos, se utiliza tratamiento farmacológico, pero suelen tener bastantes efectos secundarios, por lo cual no es muy aconsejable. Se aplican, asimismo, técnicas de aprendizaje al control, aparatos de alarma (pipi-stop),... según el caso.

CUANDO YA HA APARECIDO LA ENURESIS.
·         Acudamos a un especialista:
Una vez hayan sido descartadas las causas de tipo fisiológico, debemos brindarle a nuestro hijo todo el apoyo y la paciencia que le hagan falta.
·         Evitemos las reprimendas o los castigos y nunca le ridiculicemos delante de terceros
·         Hablemos abiertamente del problema:
 Si lo que queremos es que no se obsesione, hablemos del tema con él. Reforcemos su confianza asegurándole que lo que le pasa es perfectamente normal y que con un poco de tiempo y de esfuerzo, todo va a pasar.
·         Hagámosle practicar ejercicios que le ayuden a aumentar la capacidad de su vejiga:
Si el médico ha dictaminado que su problema radica en la inmadurez de su vejiga, podemos practicar los siguientes ejercicios:
- Cuando el niño tenga ganas de hacer pipí, que vaya al cuarto de baño, se siente en la taza y retenga la orina un rato. Treinta segundos serán más que suficientes en un principio y luego, podemos ir aumentando el tiempo.
- Cuando haya empezado a orinar, le pediremos que contenga la orina varias veces. Al principio bastará con una vez para luego ir aumentando dos, tres o más veces.
Estos ejercicios se harán dos veces al día, una vez por la mañana y otra por la tarde.
·         Obviemos algunas viejas creencias:
- Algunas teorías recomiendan que se prive a los niños enuréticos de la ingesta de líquidos para evitar la producción de orina. Por el contrario, algunos médicos recomiendan que se beba mucho para entrenar al niño en la contención de la orina. Creemos que el niño debe beber cuánto le pida el cuerpo y producir la orina normal. Sólo así se acostumbrará a ejercitar su capacidad de retenerla.
- No debemos tampoco insistirle para que vaya al baño sin necesitarlo porque de esta manera no cogerá el hábito de acumular una cierta cantidad de orina y retenerla.
Hay casos en los que la enuresis persiste hasta que el niño está próximo a la adolescencia. Estos casos requieren un seguimiento conjunto de urólogo y psicólogo y que los padres busquen asesoramiento profesional para tratar el tema en casa. Sin embargo, lo más frecuente es que en un plazo medio de tiempo y con los cuidados adecuados, la enuresis remita y se resuelva definitivamente.

martes, 3 de enero de 2012


                 NIÑOS HIPERACTIVOS                          

¿Qué es un niño hiperactivo?

Es un niño muy inquieto y al que le falta la atención de una forma muy llamativa.
Son muy impulsivos y desobedientes

Son muy tercos y obstinados

Son niños incapaces de estarse quietos en los momentos que es necesario que lo estén.

Pero, el que un niño sea inquieto no tiene nada que ver con la sintomatología que hoy vamos a abordar en esta información.


     Síntomas en un niño hiperactivo y con déficit de atención e impulsividad    

                    Los síntomas del déficit de atención:                     

·          No termina las tareas que empieza.
·         Comete muchos errores. El trabajo es desordenado.
·         No se centra en los juegos.
·         Muchas veces parece no escuchar cuando se le habla directamente.
·         Tiene dificultades para organizarse.
·         Evita las tareas que requieran esfuerzo.
·         Muy a menudo pierde cosas que necesita.
·         Se distrae con cualquier cosa.
·         Parece no escuchar cuando se le habla directamente.
·         Es muy descuidado en las actividades.
·         No mantiene la atención en una tarea larga
·         Se mueve mucho y de una manera poco apropiada


                    Los síntomas de la hiperactividad                     

La hiperactividad entendida como excesiva actividad motora que sobrepasa los límites de la normalidad para su edad y su nivel madurativo, y que se manifiesta normalmente por una necesidad de moverse continuamente y a esto va añadido un bajo nivel de autocontrol emocional y corporal.

·         Movimientos constantes de pies y manos.
·         Habla en exceso
·         Se levanta constantemente.
·         Corretea por todos lados.
·         Le cuesta jugar a actividades tranquilas.
·         Está activado como si tuviera un motor.
·         Se precipita en responder antes de que se hayan completado las preguntas.
·         Tiene dificultades para guardar turno.
·         Suele interrumpir o se inmiscuye en las actividades de otros.

                    ¿Qué podemos hacer ante esto?:                     
  • Tener normas claras y bien definidas.
  • Dar órdenes cortas y de una en una.
  • Propiciar un ambiente ordenado y muy organizado, sereno y sin gritos.
  • Reconocer el esfuerzo realizado por el niño. Aumentar su autoestima.
  • Evitar ser superprotectores  y no dejarse manipular por sus caprichos.
  • Cumplir siempre los castigos y las recompensas ante sus acciones.
  • Darle pequeñas responsabilidades.
  • Sería necesario establecer rutinas y horarios sistemáticos
  • Aceptarle tal y como es.
  • Utilizar refuerzos positivos
  • Valorar el orden y la organización.
  • Saber que el trabajo es mucho y que se necesita mucha constancia.
  • Fomentar sus puntos fuertes, sus facultades
  • Evitar los comentarios negativos y valorar los esfuerzos de forma positiva

                    JUEGOS EDUCATIVOS:                    

Todos aquellos juegos considerados como tranquilos, deben utilizarse como actividad terapéutica para administrárselos a los niños hiperactivos. Deben diseñarse aquellas situaciones que propicien, fomenten y estimulen la necesidad y autosatisfacción del propio juego tranquilo.

Algunos juegos calificados como inductores de tranquilidad son los siguientes:

·         Tres en raya.
·         Juego de la teja.
·         Palabras que empiecen por ...
·         Rompecabezas y puzzles.
·         Seguir laberintos (en el suelo y en la pizarra).
·         El parchís.
·         Juego de cartas.
·         Audiciones musicales.
·         Ejercicios de respiración.
·         Mirarse en el espejo.
·         Concentrarse ante un determinado estímulo (mirar durante algunos minutos a un mural, a un objeto).
·         Experimentar sensaciones.
·         Juego de construcciones.
·         Escribir a máquina.
·         Observar detalles.
·         Cerrar los ojos y concentrarse.

lunes, 2 de enero de 2012


Relación familia y escuela, un reto en nuestras manos



Hoy día hablar de una educación dentro de una escuela de un modo ajeno a la educación familiar, y viceversa, carece de sentido. Por ello todos los esfuerzos deben ir encaminados a lograr una educación participativa.

Es decir, un proyecto en el que todos tenemos algo que aportar. En el que todos los puntos de vista son escuchados y tenidos en cuenta.

¿Por qué cuidar la relación familia-escuela?

Fomentar una escuela lo más abierta y transparente posible va a favorecer que las familias de los niños y niñas que acudan a ella confíen y se sientan, porque lo sean no porque se les diga, parte integrante y fundamental de la misma. Esto va a ser positivo en tres vertientes.

Para las familias, ya que si confían, realmente, en la escuela y en las personas que en ella estamos:

• Van a estar más relajadas
• Van a hablar más y mejor al niño de la escuela y de nosotras
• Van a disponer de más información sobre la vida de su hijo en la escuela
• Van a tener un lugar dónde ir y compartir con profesionales pequeñas dudas y cuestiones cotidianas
• Van a poder “empaparse de una cultura real de la infancia” y observar más allá de lo puramente anecdótico
• Van a poder implicarse en la educación de sus hijos, creando así una cultura de cooperación escuela-casa desde sus orígenes

Para la escuela y su equipo educativo, porque:

• Vamos a disfrutar de unas familias alegres, satisfechas, comprensivas y cooperantes con bajo índice de actitudes desconfiadas y suspicaces
• Vamos a poder contar con las familias para preparar materiales, colaborar en acontecimientos, compartir sus habilidades, contando cuentos, actuando…
• Vamos a poder transformar una relación, muchas veces, tendente a la rivalidad en una alianza centrada en la educación de sus hijos

• Vamos a ser reconocidas en nuestra labor y quehacer diario, lo que conlleva un mayor respeto y comprensión en nuestras demandas y proposiciones.

Para el niño, el mayor beneficiario, porque:

• Se va a desenvolver en armonía en sus dos contextos más cercanos
• Su familia va a estar confiada y relajada, le va a hablar en positivo y con ilusión de sus compañeros, de nosotras, de las actividades… y va a disfrutar con ello
• Lo van a acompañar activamente en todo su proceso de llegada y de despedida de la escuela
• Los papás y mamás que vienen a buscar a otros niños lo van a conocer, saludar por su nombre… viviendo un entorno mucho más cálido y seguro
• Va a ver sonrisas, dialogo, comunicación entre sus padres y maestras

Todo esto va a ir creando un ambiente inmejorable para su desarrollo físico, psíquico y emocional y, al fin y al cabo, ¿no es ese nuestro principal objetivo?



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Algunos mecanismos de colaboración y comunicación escuela-casa

Intercambio de información


• Entrevistas/tutorías.
• Reuniones de clase.
• Blog infantil
• Paneles documentales sobre clases, espacios, actividades.
• Libro de clase o cuento viajero.


Participación en la escuela


• AMPA y Consejo Escolar.
• Fiestas (navidad, carnaval, fin de curso…).
• Cursos, charlas tipo escuela de padres realizados en la escuela.
• Preparación de material (por ejemplo, disfraces, Reyes …).


Estas son algunas ideas, seguro que se os ocurren muchas más. Lo importante es acercarnos a un funcionamiento lo más democrático y abierto posible, y crear una escuela donde todos tengamos sitio y nos acompañemos unos a otros en este fantástico proceso de la educación de los más pequeños.

Bienvenidos

Esta página será un punto de encuentro entre las familias y las maestras de Educación Infantil, donde os haremos llegar los últimos acontecimientos, las fiestas, reuniones...  y todo lo que consideremos importante en la relación Familia-Escuela.
También esperamos vuestros comentarios y sugerencias.

Gracias por vuestra colaboración.