domingo, 13 de mayo de 2012

Flores de cartulina

Nos gusta hacer trabajos artísticos. En clase usamos nuestra imaginación y todo nuestro arte para hacer cosas bonitas, pero en casa también podemos animar a los niños a desarrollar su creatividad. Pueden estar un rato entretenidos y será muy decorativo.

¿Quiéres llenar toda la casa de los colores primaverales? pues ya puedes hacerlo con estas flores de cartulina, muy fáciles de hacer.

Necesitaremos:
Cartulinas de colores
Pompones medianos o grandes, en colores claros
Cola
Tijeras
Molde de flores para recortar
(opcional)
Pajitas de plástico
Instrucciones:
Utiliza unos moldes de flores o dibuja tus propios modelos sobre la cartulina.

Recorta el contorno de la flor. Luego, haz un corte desde una de las uniones entre los pétalos hasta el centro de la flor.

Cuando llegues con la tijera al centro, recorta un pequeño círculo.
Superpones los dos pétalos divididos entre la línea de corte, y pégalos con cola.
Coloca un poco de cola sobre el pompón, y pégalo en el medio de la flor.

Cuidadosamente, da vuelta a la flor y pega la pajita al pompón que sale del orificio.
Pon la flor boca abajo para que el pegamento seque completamente.
Ya puedes colocar estas preciosas flores para decorar todos los rincones de tu hogar. Usa pajitas de diferentes largos, o dóblalos para dar un efecto variado a los ramos de flores.

Nota: Si no tienes pompones, puedes usar bolas de algodón.

jueves, 10 de mayo de 2012

Mariposas

Se acerca el día de la familia, el 15 de mayo, y podemos ralizar unos regalos para los papás, mamás, abuelos... para ello os presentamos unas ideas fáciles y divertidas para realizar con los niños. Sólo necesitamos materiales reciclados fáciles de encontrar.



Estas mariposas alegres y coloridas son muy fáciles de hacer y además están hechas con material reciclado. Para hacer esta manualidad vamos a usar rollos de papel higiénico y mucha creatividad. El resto de los materiales que precisas no son costosos, así que puedes hacer tantas mariposas como quieras.
Materiales para hacer mariposas
  • Rollos de papel higiénico (vacíos)
  • Cartulina de colores (mejor si consigues con algún bonito diseño como los lunares de las fotos)
  • Ojos movibles (opcional)
  • Cinta de colores
  • Cola adhesiva
  • Tijeras
  • Impresora
  • Papel
Puedes cambiar las cartulinas por papeles de colores
Cómo hacer las mariposas
Para crear la base de la mariposa necesitas cortar un rectángulo de cartulina de 11 por 13 centímetros aproximadamente. Coloca cola adhesiva en los bordes del rectángulo y un poco en el medio del rollo de papel higiénico. Con mucho cuidado para que quede parejo, tienes que ir deslizando el rollo encima de la cartulina con el pegamento, e ir presionando suavemente para que queden pegados. Ahora que ya tienes el cuerpo de la mariposa forrado, puedes pegarle los ojos. Queda más divertida aún si colocas ojos movibles de diferentes tamaños, como los de la imagen (no es imprescindible).
Luego, corta ocho centímetros de la cinta del color que hayas escogido. Un buen detalle es que sea del mismo tono que la cartulina que usaste para envolver el rollo. Después que cortes las dos tiras de cinta que van a ser las antenas de la mariposa, tienes que hacer un nudo en uno de los extremos y pegar la otra punta en la parte de adentro del tubo, como se muestra en la foto.
Imprime el molde de las alas y recorta la figura por los bordes. Coloca el molde sobre la misma cartulina de cartón que utilizaste para que combine con el cuerpo. Traza el dibujo y recorta las alas. Usando todas las cartulinas de colores que tengas, dibuja y recorta un montoncito de flores y pequeños círculos.


Comienza a pegar las flores y los círculos en el centro, jugando con los contrastes. No te preocupes si alguna se escapa de los bordes, luego puedes recortar con las tijeras lo que sobre, para agregar un bonito efecto. Cuando tengas toda tu decoración lista, agrega cola adhesiva en el centro de las alas y pégalo en la parte posterior del tubo.
¡¡FELIZ DÍA DE LA FAMILIA!!

miércoles, 9 de mayo de 2012

Bizcocho

Bizcocho de chocolate y queso - microondas

Hoy os traemos un bizcocho de chocolate que os encantará, y no solo por lo bueno que está, sino porque al ser un bizcocho al microondas, veréis lo rápida y fácil que es su elaboración.

Es ideal para cualquier  fiesta infantil y también para cocinar con niños: sólo tenemos que mzclar los ingredientes, seis minutos de cocción en el microondas y tendremos listo un jugoso bizcocho de chocolate

Lo hemos vestido con frosting de queso, que se prepara en menos de cinco minutos y resulta delicioso.

¿Quién se anima?


Ingredientes:

Para el bizcocho:
·         150 gr. de chocolate
·         125 gr. de mantequilla
·         125 gr. de azúcar

·         50 gr. de harina

·         3 huevos

Para el frosting de queso:

·         1 tarrina de queso Philadelphia (300 gr.)
·         8 cucharadas de azúcar glass tamizada (o al gusto)

Para decorar:
·         Maltesers,

·         Bizcochitos

·         Cacao en polvo


Preparación:

En un bol grande, ponemos el chocolate y la mantequilla, y lo derretimos en el microondas, aproximadamente 1 minuto a máxima potencia. Removemos bien con unas varillas manuales.

Añadimos el azúcar, la harina y los huevos, todos a la vez, y movemos de nuevo hasta que todos los ingredientes están bien integrados y tengamos una masa lisa y homogénea.

Engrasamos un molde de plum cake, vertemos la masa y llevamos al microondas, durante 3 minutos a máxima potencia. Dejamos reposar, dentro del micro y sin abrir la puerta, durante otros 5 minutos. Y repetimos la operación: 3 minutos a máxima potencia y otros 5 de reposo.

Dejamos templar y desmodamos.

Para peparar el frosting, trabajamos en un bol el queso con un tenedor, y vamos añadiendo el azúcar tamizada, hasta obtener una crema lis y sin grumos.

Una vez frío, cubrimos el bizcocho con el frosting, espolvoreamos con cacao en polvo y adornamos con bizcochitos y los Maltesers.

martes, 8 de mayo de 2012

¿Se puede modificar una conducta?


La conducta de nuestros hijos suele tener relación con los modelos aprendidos y con la manifestación de estados de ánimo y de equilibrio personal. A veces, nuestros hijos presentan conductas ilógicas, tercas o que están fuera de lugar sin que podamos encontrar una explicación razonable ni consigamos erradicarlas. Con frecuencia los castigos o reprimendas no logran mejorar la situación. Por difícil que parezca hay maneras de modificar la conducta.

En no pocas ocasiones nuestros hijos desarrollan modos de comportamiento no adecuados, molestos, insolentes o retadores sin que tengamos conciencia clara de su causa o que, aun sospechándola, no sabemos poner remedio. Son conductas como lloros insistentes, enfados estrepitosos, hacer tonterías constantemente, estropear algunas cosas intencionadamente, etc. Y después de instauradas estas pautas de conducta, parecen irreversibles, como si formaran parte de la personalidad de nuestro hijo, tanto más cuanto más mayores son.

En cambio, sabemos por experiencia que esas maneras no deseables pueden cambiar, y de hecho cambian en función de las personas que le rodean en cada momento y de su manera de actuar. No es extraño ver cómo un niño que se comporta de un modo impertinente en presencia de su madre, actúa de modo adecuado en el colegio; que los malos modales que presenta en casa, se convirtieron en modales adecuados cuando estuvo un fin de semana en casa de una amig@.

Tengamos presente que todas estas conductas no deseables son el resultado de una estrategia, consciente o inconsciente, para lograr algo que ansía. Por lo tanto, cuando no están las personas que pueden conceder lo deseado, desaparece la conducta. Del mismo modo, en la medida en que las personas hacia las que dirige su conducta modifiquen su manera de actuar, cambiará su comportamiento.

Con frecuencia, lo ansiado por los hijos que presentan este tipo de conductas no es obtener alguna cosa material, sino lograr la atención, la aprobación y el afecto de las personas más significativas. No es que tengan unos padres que no les quieren o que les rechazan, sino que necesitan que el afecto y la aprobación se les manifieste de una manera más clara y más evidente. Lo que quiere es llamar la atención, se dice. En este caso parecería lógico que, si le prestamos la atención que reclama solucionemos el problema. En cambio esta conclusión es absolutamente falsa. Al hacerlo así, lo que le estamos enseñando es que obtendrá nuestro aprecio y atención presentando una conducta indeseable.

El camino para resolver de manera eficaz el problema de modificar esa conducta de nuestro hijo que, a todas luces, le perjudica y trastorna nuestras relaciones con él, pasa por las siguientes actuaciones:

  1. Acciones relacionadas con la conducta.
    1. No prestes atención a la conducta indeseable, no le riñas, no hagas comentarios. Sólo en algunos casos, hazle notar lo inapropiado de la conducta de manera escueta, sin perder la calma y con un tono de voz no estridente.
    2. En cambio presta atención a otras conductas deseables y muéstrale aprecio y consideración.
    3. Si la conducta es peligrosa, pon fin a ella lo antes posible. Si puede hacer daño a otros, por ejemplo, será necesario separarlo y apartarlo; si el problema es que se retrasa de manera exagerada, no le permitas salir en adelante.
    4. No cedas nunca a sus requerimientos o imposiciones a pesar de su insistencia, pero dale a entender que comprendes el sufrimiento que le produce su negativa.
    5. No le riñas o grites en el momento en el que se está produciendo la conducta indeseable. Actuar de esa manera, será tanto como claudicar ante su presión. Además, al ponerlo en evidencia o tratarlo con gritos, aumenta su irritación y su capacidad de juicio se enturbia más, con lo que sólo conseguiremos empeorar la situación. Si la situación lo permite, distrae su atención hacia otro asunto, cambia de tema o aléjate de él.
    6. Organiza, con la colaboración de tu hijo, un registro de conductas positivas y propón una recompensa para cuando consiga alcanzar una cierta cantidad. (En una hoja de papel más o menos elaborada, puede ir acumulando pegatinas, puntos, pintar cuadros, etc.)

  1. Acciones relacionadas con la comprensión de la conducta
    1. Ayúdale a reflexionar sobre lo inconveniente de su comportamiento en otro momento, cuando tu hijo esté tranquilo y con el juicio claro. Buscad entre los dos maneras diferentes de actuar.
    2. Ofrécele tu ayuda para mejorar la situación y el consuelo de tu comprensión.
    3. Propónle la disyuntiva entre actuar de manera adecuada o asumir un castigo relacionado con la conducta o bien con la pérdida de un privilegio. Puedes, por ejemplo, darle a elegir entre cuidar las cosas y no estropearlas o pagar con su dinero o con su trabajo la reparación de los daños. En otra circunstancia puedes proponerle hacer sus tareas escolares aprovechando el tiempo y disfrutar luego de tiempo libre o quedarse sin tiempo libre y pasar la tarde delante de los libros.



En síntesis, se trata de proporcionarle nuevas experiencias que le enseñen otras maneras de obtener el aprecio y el reconocimiento de los demás, de ofrecerle consuelo y ayuda y entrenarle para reflexionar sobre su conducta para que aprenda a tomar decisiones más acertadas.