1. La risa
El sentido del humor refuerza los
lazos sociales además de la buena salud física y mental: es importante
fomentarla risa y disfrutar de ella.
Beneficios de la
risa
La risa nos permite expresar emociones
tales como alegría y felicidad, además de llenarnos de optimismo y de ganas de vivir,
fomenta las relaciones interpersonales en un ambiente positivo y cordial y
estimula nuestro sistema inmunológico, hormonal, cardiovascular, digestivo...
Cuando una persona se ríe, se
movilizan más de 400 músculos, aumenta la frecuencia cardiaca, mejora la oxigenación
y el organismo libera gran cantidad de adrenalina. Como consecuencia de todo
esto, se reduce el estrés y se mejora el estado de ánimo y la salud mental.
Algunos especialistas hablan del poder
de la risa como protector de las enfermedades y sostienen que esta emoción,
pura y espontánea en los niños y las
niñas, es la expresión universal de la alegría.
2. Las carcajadas de los más pequeños
Al principio los padres hacen reír a su bebé,
pero a medida que crece, bajo el peso de la responsabilidad de la educación, el
buen humor se aleja, sin que se den cuenta de que es tan necesario en la vida familiar
como los límites o los valores. El humor reconduce ciertas situaciones
conflictivas y lima asperezas intentando reducirlas.
3. El sentido del humor
“Los juegos de
palabras”
Cuando los pequeños empiezan a
adquirir el lenguaje, el sentido del humor se agiliza, haciéndose cada vez más
verbal y activo, son ellos quienes quieren provocar la risa.
Juegan con las palabras, las suprimen,
las cambian, las cantan y las más difíciles les producen risa. Disfrutan con
bromas sencillas; los niños y las niñas se ríen entre ellos y de las mismas
cosas. Hacen chistes tontos, muecas, imitan algo que les pareció chistoso, se
ríen con energía intentando entender los chistes que hacen los mayores.
Desean acercarse al adulto repitiendo
sin parar aquello que una vez hizo sin querer y que a los mayores les pareció
muy gracioso, aunque no entienda por qué.
“Palabras
malsonantes”
Los “tacos” y las “palabrotas” son una
forma de saltarse los límites. Les hacen sentirse libres y dueños de la
situación y, por supuesto, consiguen llamar la atención del adulto. No es
conveniente tratar esta situación de manera dramática, pero si las
connotaciones son de grosería, se debe hablar del tema con firmeza y dejar
claro qué es admisible y qué no lo es. Los niños y las niñas deberán comprender
que se trata de “reírse con” y no de “reírse de”, hallando entre todos el
aspecto “gracioso” del chiste o de la situación, evitando que alguien se
convierta en objeto de la broma. Hay que hacerles ver de manera empática que a
ellos tampoco les gustaría ser el blanco de risas y burlas.
“Las bromas”
Las bromas, ironías o chistes suelen
tener lugar cuando se está de buen humor, o muy activo; pero también se pueden
utilizar para enmascarar ciertos sentimientos. El sentido del humor supone un
buen apoyo cuando existen ciertas dificultades para expresarse, pero cuando
predominan las bromas de mal gusto o se repiten excesivamente ciertos patrones
“graciosos”, conviene estar muy atentos para ver qué sentimientos pueden estar
ocultando.
La risa y el buen humor también ayudan
a que los niños y las niñas sean más felices; por ello, es muy importante que
en el seno familiar se lleven a cabo actividades con sentido del humor, viendo
películas cómicas juntos, disfrazándose, contando anécdotas graciosas de cuando
los niños eran más pequeños... Y todo en un ambiente de cariño y alegría por
estar todos juntos pasándolo bien.
4. Risoterapia
La risoterapia se utiliza para la
recuperación y el tratamiento de ciertas enfermedades. Se dice que a reír se aprende, y cuanto más se
practica, más se desarrolla la facilidad para reír con los demás. La
risoterapia utiliza técnicas para liberar los bloqueos y tensiones del cuerpo, tales
como expresión corporal, técnicas de respiración y masajes para poder llegar a
la carcajada y estimular la producción de diferentes hormonas y potenciar el
sistema inmunitario en general.
Efectos de la risa
Físicos:
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Potencia el ejercicio muscular.
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Reactiva el sistema linfático.
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Estimula el masaje corporal eliminando toxinas.
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Despeja la nariz y los oídos.
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Lubrica los ojos con lágrimas.
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Oxigena los pulmones.
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Libera endorfinas actuando como analgésico.
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Rejuvenece y tonifica la piel.
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Previene el infarto.
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Previene el insomnio.
Psicológicos:
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Elimina el estrés.
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Eleva el tono vital.
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Ayuda a liberar energía.
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Alivia la depresión.
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Facilita la salida de situaciones socialmente incómodas.
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Es terapéutica en casos de disfunción social