Es muy recomendable
que desde el principio los niños sean conscientes de que hay que dar algo para
recibir algo, que no todo es gratuito y que es necesario realizar ciertos esfuerzos
para ganarse las cosas.
Lo obtenido debe ser proporcional y equilibrado con el esfuerzo
realizado, nuestra respuesta no debe ser un “sí” inmediato ante cualquier petición
o deseo de los niños; si accedemos a todo lo que nos piden, nunca podrán aceptar
un no como respuesta, no serán capaces de canalizar adecuadamente las frustraciones
que en ocasiones se nos presentan en la vida y eso podría llevarles a respuestas
desproporcionadas y fuera de lugar en el momento en el que no consiguen
rápidamente lo que desean.
Regla
de oro para el esfuerzo:
Según el doctor
Enrique Rojas, “la voluntad necesita un aprendizaje gradual que se consigue con
la repetición de actos en donde uno se vence y lucha y cae y vuelve a empezar.
A esto se llama en psicología “hábito”. Dicho en otros términos; es necesario
adquirir hábitos positivos mediante la repetición de conductas de forma
deportiva y alegre que van inclinando la balanza hacia comportamientos mejores,
más maduros y que a la larga se agradecerán, pero que de entrada cuestan un
enorme trabajo en una primera etapa, en donde la voluntad está virgen, sin
dominar”.