sábado, 25 de mayo de 2013

Rabietas

7Consejitos para tener en cuenta ante una de mis rabietas

v  Vuelve a tu tarea mientras dura mi rabieta. Ne me regañes, ni me grites, ni intentes hacer lo mismo que yo (recuerda que eres mi modelo).

v  Si estabas conversando y te interrumpí, continúa haciéndolo.

v  No me mires, eso será un motivo más para prolongar mi rabieta.

v  Cuando mi llanto disminuya, invítame a jugar o a pasear, como si nada hubiera pasado.

v  No cedas aunque haya logrado cansarte.

v  Explícame que estás cansado de mis gritos.

v  Llévame a otra habitación y aclárame que podré regresar cuando me tranquilice.

v  No te preocupes, solo lloro porque soy muy buen actor y sé que es la mejor herramienta para conseguir lo que quiero.

v  Es indispensable que tu “no”, sea “no” en todo momento; inclusive cuando haya visitas, estés cansado o fuera de casa.
 

Lo ideal es que nuestros niños desde muy pequeños conozcan los límites. Si por alguna razón no siempre ha sido así, es muy importante que asumamos que, a medida que los niños crecen, las rabietas deben desaparecer y los responsables de que así sea somos nosotros. Por esto, debemos recordar que no podemos ceder aunque nos cueste y nos duela; cuando el niño lo vea, comprenderá que no solo no gana nada, sino que además pierde; pierde tiempo de juegos, alegrías y recompensas. Esto los ayudará a crecer, madurar y nos permitirá a nosotros formar personitas con las que será agradable pasar un tiempo.