Consejos para estimular la
autoestima de los niños
La autoestima se construye a través de un proceso de asimilación e
interiorización desde el nacimiento pero que puede modificarse a lo largo de
toda la vida. Se genera por la imagen que los otros nos dan de nosotros mismos
y por el valor que demos a esta imagen. Es durante la infancia y adolescencia
donde la autoestima crea una marca profunda, porque es en estas etapas cuando
nos encontramos más vulnerables y flexibles.
Considerando que una buena autoestima hará con que el niño experimente efectos
positivos como la confianza, el ánimo, el interés y el placer de aprender y de
realizar sueños, es necesario que sea edificada desde que el niño sea apenas un
bebé. El afecto y el cariño entre el recién nacido y sus padres, pueden ser
considerados una guía de la autoestima. El bebé debe sentirse querido y
abrazado por lo que es. Por eso, en el caso de que tu bebé haya nacido con
alguna anomalía o deformación física, cuide para que él no sienta tu
preocupación. Acércate aún más a él. El niño que no siente que es valorado por
sus padres, puede desarrollar el miedo de ser abandonado.
Como siempre decimos, cada niño es único, y en el caso de que quieras construir
una buena autoestima en tu hijo, debes considerar factores como su
temperamento, sus habilidades, debilidades, mecanismos de defensa, deseos, y su
nivel cognitivo.
Cómo estimular la autoestima en casa
Para desarrollar el
sentimiento de valía personal en los hijos es necesario que estos se sientan
queridos por las personas más significativas de su entorno familiar. Por esto,
la clave del éxito reside en una mejora e incremento de la comunicación entre
padres e hijos.
Para
fomentar la autoestima del niño puedes seguir algunos pasos a seguir:
1- Incentiva el desarrollo de las responsabilidades del niño. De una manera
positiva, crea algunos compromisos y exija, en un clima de participación e
interacción, su cumplimiento por parte del niño.
2- Dedica a cada hijo el
tiempo que sea necesario. Cuánto más íntima sea la relación con tus hijos
más fuerte será la convicción de estos acerca de su valía personal. En este
sentido, los niños que posean una autoestima entre baja y mediana necesitarán
un contacto mucho más personal que los que tengan una autoestima alta.
3- Da la oportunidad al niño a que tome
decisiones y resuelva algún problema.
4- Solicita a tus hijos ayuda y consejo. El hecho de asignar
responsabilidades a los niños contribuye a desarrollar en ellos un sentimiento
de confianza y además si le pides su opinión contribuye a aumentar sus sentido
de valía personal. Se recomienda que esta ayuda y consejo se soliciten y que no
se exijan.
5- Refuerza con positivismo las conductas del niño. Por ejemplo, cuando él haga
los deberes, o recoja sus juguetes, o se cambie de ropa solo, dile con cariño y
de forma efusiva ¡qué mayor eres!, ¡Gracias por ayudarme!, o ¡lo has hecho muy
bien!
6- Pon límites claros a tu hijo,
enseñándole a prever las consecuencias de su conducta. Ejemplo: "Si no
recoges tus juguetes, no irás al cine". Y que no haya vuelta atrás.
7- Comparte tu vida con tus
hijos. A los niños les encanta escuchar anécdotas ocurridas a sus padres.
Otro aspecto, es que también les gusta que los padres les lleven a sus lugares
de trabajo o a los sitios que frecuenta con sus amistades. Estos aspectos
favorecen que el niño se sienta importante en la vida de sus padres.
8- Enseña a tu hijo a resolver sus propios problemas y a aprender de sus
errores y faltas, de una forma positiva. Por ejemplo, si el niño no alcanza una
buena nota en una asignatura escolar, anímale a estudiar más y a prepararse
para superarse en el próximo examen. De nada adelantará culpabilizarlo. El niño
debe sentir que un error puede ser convertido en un aprendizaje y,
consecuentemente, que podrá arreglarlo si emplea más esfuerzo.
9- Se auténtico y sincero. Este
aspecto significa que con los hijos se debe ser honesto y espontáneo. Ser
auténtico exige que los padres no se contradigan en las valoraciones que hagan
de sí mismos y que no proyecten sus inseguridades sobre sus hijos.
10- Deja de lado las críticas que nada construyen. Los insultos no favorecerán
a la autoestima del niño. En lugar, por ejemplo, de decir "eres un
desordenado, tienes tu cuarto como una basura", mejor decir "No me
gusta ver tu cuarto tan desordenado, me pone muy triste". Así, estarás
demostrando que lo que a ti te disgusta es el desorden del cuarto, no el niño.
11-Procura trasmitir mensajes
verbales y no verbales coherentes. Los niños son muy sensibles al lenguaje
gestual. Por esto, se debe de tener en cuenta que la distancia física, la
velocidad del habla y la expresión facial sean coherentes con el mensaje.
Autoestima en
clase
La llegada a la escuela supone
un reto muy importante para el alumnado, que debe comenzar a construir su
propia identidad en un medio que no conoce y en el que carece del grado de
confianza que disfruta en su entorno familiar.
Por ello, es de enorme
importancia que el desarrollo de una adecuada y ajustada autoestima se
trabaje desde los primeros momentos y desde las primeras etapas del sistema
educativo en colaboración con el otro gran pilar de la vida del niño: su
familia.
Basándonos en que la
socialización del alumno debe hacerse atendiendo a los grandes focos de
influencia en estas edades, que son la familia y la escuela, ponemos de
manifiesto la importancia de las relaciones de comunicación y participación
de ambas en el proceso educativo del alumnado.
El programa de autoestima en la
escuela, cuyos objetivos serán:
• Adquirir una imagen positiva.
• Confiar plenamente en las propias capacidades de actuación.
• Mejorar la independencia y autonomía.
• Confiar en la docente.
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